miércoles, 18 de mayo de 2011

Toma la calle 15.05.11





Varios cientos de miles de jóvenes indignados, que podrían llegar a millón y medio, según la estimación de algunos organizadores, secundaron el domingo la convocatoria de la plataforma Democracia Real Ya (DRY) y mostraron en 60 ciudades españolas su rechazo al modelo político y económico vigente. Las manifestaciones de indignación coincidieron con el 43 aniversario del estallido de Mayo del 68 en París, que enseguida se extendió a otras ciudades europeas. Previamente, la juventud había estallado en México. Las protestas se producen a siete días de las elecciones locales y autonómicas del 22-M.
Las marchas fueron masivas en Madrid y en Barcelona, donde no sólo jóvenes, sino personas de otras edades, secundaron las convocatorias. En Madrid abarrotaron la plaza de Cibeles y discurrieron por la calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol. Las manifestaciones fueron también muy concurridas en Sevilla, Cádiz, Málaga, Zaragoza, Valencia, A Coruña, Vigo, Oviedo, Bilbao. En cambio, en algunas localidades como Ponferrada (León), no tuvieron el seguimiento que los convocantes esperaban.
Tras anunciar la convocatoria por Internet, DRY consiguió llenar la céntrica plaza de Cibeles y los accesos desde la calle de Alcalá con gritos y pancartas como “esta crisis no la pagamos; no más corrupción, pasamos a la acción; manos arriba, esto es un atraco; PSOE-PP, la misma mierda es”, o “futuro de mierda, trabajo precario”. Esos y otros lemas se repitieron en las demás manifestaciones. En Cádiz, con viento de 50 kilómetros, corearon: “Que el viento de Levante se lleve a estos mangantes”.
En su manifiesto, DRY expresa la indignación de los ciudadanos por las consecuencias de la crisis económica y la respuesta política a la misma: “Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos. Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros. Por la indefensión del ciudadano de a pie”. El texto había registrado 9.000 firmas hasta ayer.
En las diferentes ciudades los jóvenes reclamaron a los poderes públicos que respeten y cumplan los derechos básicos a la vivienda, el trabajo, la cultura, la salud, la educación, la participación política, el libre desarrollo personal y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
En las redes sociales se siguieron  las manifestaciones con etiquetas como “no les votes”. La protesta se realizaba tanto en la calle como, en tiempo real, en Twitter, donde cientos de manifestantes colgaban fotos y narraban el desarrollo de las marchas bajo el hashtag #15mani.
Varios asistentes vestían camisetas amarillas con el lema “sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo“, firmadas por Juventud sin Futuro, y otros llevaban camisetas negras con la leyenda “las calles son nuestras“. Al comenzar la marcha en Madrid, el portavoz de DRY, Fabio Gándara afirmó que “aunque no hay unos culpables claros de la situación política y social actual, hay que articular una respuesta frente a una ley electoral falsa, que condena al país al bipartidismo“. Según dijo, “ya era hora de que la gente saliera a la calle en España, después de que lo han hecho en países como Francia o Islandia”.
Los convocantes desean que la protesta, que creció en internet por iniciativa de colectivos organizados como Jóvenes sin Futuro, Derecho a Techo, la organización internacional ATTAC, que reclama una tasa para las transacciones financieras, la plataforma contra la ley Sinde, Ecologistas en Acción, Intermon y muchos otros, cristalice en foros y cauces de expresión de la sociedad.

La adicción las drogas

En la sección definiciones hemos ido acumulando definiciones de conceptos sobre las drogas, su consumo, efectos y adición que produce. Hemos definido droga, encontrareis muchas distintas, la verdadera la conoce sólo el paso del tiempo. Por lo general casi todas las drogas, tanto legales como ilegales, causan tolerancia y dependencia ; y en su ausencia.
La droga es: "Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.
"Una droga es cualquier sustancia que se pueda usar para alterar un proceso químico en el cuerpo con un propósito determinado, como combatir una enfermedad o aumentar la resistencia física.
Los fumadores de porros, muchas veces muy jóvenes, pueden no saber qué es lo que están consumiendo o a qué se están dedicando.
Son habituales las campañas anti-droga, cada año se enfocan en un público objetivo: los drogadictos, sus familias, la sociedad.. con distintas versiones del problema de las drogas. Los anuncios contra la droga suelen llamar la atención y así hacer pensar sobre el tema aunque ante un problema de estas características es complicado conocer su efectividad.
Las drogas no sólo perjudican a quiénes las consumen. Todo tiene un precio: "Malos tratos, violencia, accidentes de tráfico, accidentes laborales, problemas escolares.
Resulta dificil dejar de fumar para casi todos los fumadores, aunque una vez que lo intentan y lo consiguen comprueban que no era para tanto puesto que las ventajas son muchas
 http://zapateando.files.wordpress.com/2008/09/__hr__a1muerte_a_los_porros___.jpghttp://jamaica.pordescubrir.com/wp-content/uploads/2009/08/marihuana.jpg

Generación Ni-ni

Tan preparados y satisfechos con sus vidas, y tan vulnerables y perdidos, nuestros jóvenes se sienten presa fácil de la devastación laboral, pero no aciertan a vislumbrar una salida airosa, ni a combatir este estado de cosas. El dato asomaba hace poco, sin estrépito, entre los resultados de la última encuesta de Metroscopia: el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado. ¿Ha surgido una generación apática, desvitalizada, indolente, mecida en el confort familiar? Los sociólogos detectan la aparición de un modelo de actitud adolescente y juvenil: la de los ni-ni, caracterizada por el simultáneo rechazo a estudiar y a trabajar. "Ese comportamiento emergente es sintomático, ya que hasta ahora se sobrentendía que si no querías estudiar te ponías a trabajar. Me pregunto qué proyecto de futuro puede haber detrás de esta postura", señala Elena Rodríguez, socióloga del Instituto de la Juventud (INJUVE).
La crisis ha venido a acentuar la incertidumbre en el seno de una generación que creció en un ámbito familiar de mejora continuada del nivel de vida y que ha sido confrontada al deterioro de las condiciones laborales: precariedad, infraempleo, mileurismo, no valoración de la formación. Las ventajas de ser joven en una sociedad más rica y tecnológica, más democrática y tolerante, contrastan con las dificultades crecientes para emanciparse y desarrollar un proyecto vital de futuro. Y es que nunca como hasta ahora, en siglos, se había hecho tan patente el riesgo de que la calidad de vida de los hijos de clase media sea inferior a la de los padres.
Ese temor ha empezado a extenderse, precisamente, entre la generación que de forma más abrumadora, siempre por encima del 80%, declara sentirse satisfecha con su vida. El virus del desánimo está minando la naturaleza vitalista y combativa de la gente joven aunque encontremos pruebas fehacientes individuales y colectivas de su consustancial espíritu de superación.
He aquí una muestra de resistencia a la adversidad extrema, junto a la prueba de cómo el discurso consumista ha resultado una trampa para tantos jóvenes audaces que creyeron en el maná crediticio y el crecimiento económico sin fin. "No podemos hacer frente a las hipotecas", resume Luis Doña, de 26 años, padre de una niña de 15 meses, presidente de la Asociación de Defensa de los Hipotecados, que pretende renegociar la deuda contraída con los bancos y recabar la ayuda de la Administración. Llevados por el entusiasmo de haber encontrado un empleo estable, como comercial de una multinacional, él y su compañera adquirieron hace cuatro años un crédito hipotecario de 180.000 euros a pagar en 30 años para comprar un piso. "Teníamos que abonar 800 euros al mes, pero es que ya estábamos pagando 600 de alquiler. Hace un año, de buenas a primeras, nos quedamos los dos sin trabajo y ya se nos ha agotado el paro. Hemos conseguido que el banco nos cobre únicamente los intereses de la deuda, pero es que son 560 euros al mes y no los tenemos, porque no nos sale nada. ¿Desmoralizados? Lo que estamos es desesperados y eso que nuestro caso no es tan dramático como el de otras familias que han sido desahuciadas, han tenido que refugiarse en casa de su madre o su suegra".
Eduardo Bericat, catedrático de Sociología de la Universidad de Sevilla, cree que la falta de ilusión hay que interpretarla, no tanto por los efectos de la crisis, como por el cambio cultural producido con anterioridad. "El modelo de vocación profesional que implicaba un proyecto vital de futuro y un destino final conocido, con sus esfuerzos y contraprestaciones, ha desaparecido. Ahora, la incertidumbre se impone en el trabajo y en la pareja y no está claro que la dedicación, el compromiso, el estudio o el título, vayan a tener su correspondiente compensación laboral y social", afirma. Si la pregunta clásica de nuestros padres y abuelos: "¿Y tú, que vas a ser?" pierde fundamento, se entiende mejor que los esfuerzos juveniles respondan, más que a la ilusión por un proyecto propio, al riesgo de quedar descartado. "Si no estudio, si no hago ese master...". Según el informe Eurydice, de la Unión Europea, sólo el 40% de los universitarios españoles tiene un trabajo acorde con sus estudios.
A los jóvenes no les resulta emocionalmente rentable comprometerse en un proyecto de vida definido porque piensan que estaría sometido a vaivenes continuos y que difícilmente llegaría a buen puerto. "Aplican la estrategia de flexibilizar los deseos y de restar compromisos; nada de esfuerzos exorbitantes cuando el beneficio no es seguro. Como el riesgo de frustración es grande, prefieren no descartar nada y definirse poco", explica Eduardo Bericat. A eso, hay que sumar un acusado pragmatismo -nuestros chicos son poco idealistas-, y lo que los expertos llaman el "presentismo", la reforzada predisposición a aprovechar el momento, "aquí y ahora", en cualquier ámbito de la vida cotidiana. De acuerdo con los estudiosos, esa actitud responde tanto a la sensación subjetiva de falta de perspectivas, como al hecho de que el alargamiento de la etapa juvenil invita a no desperdiciar "los mejores años de la vida" y a combinar el disfrute hedonista con la inversión en formación.



A falta de datos sobre el alcance del "síndrome ni-ni", el catedrático de Sociología de Sevilla explica que el pacto implícito entre el Estado, la familia y los jóvenes, pacto que compromete al primero a sufragar la educación y a la segunda a cargar con la manutención, alojamiento y ocio, hace creer a algunos jóvenes que en las actuales circunstancias pueden retrasar la toma de la responsabilidad. "Desarrollan una actitud nihilista porque no se les exige estar motivados, ni asumir responsabilidades y hay redes y paraguas sociales. En las convocatorias para cubrir plazas de becarios, me encuentro con aspirantes de treinta y tantos y hasta de cuarenta años, y lo curioso es que esos becarios se comportan como becarios. Es la profecía autocumplida. Si les llamas becarios y les pagas como tales terminarán convirtiéndose en becarios. Lo que me preocupa es la infantilización de la juventud", subraya.
"Los jóvenes de ahora no son capaces de arriesgar, son conservadores", constata Elena Rodríguez. ¿La tardía emancipación juvenil española (bastante por encima de los 30 años de media) es, sobre todo, fruto de la inestabilidad y precariedad del mercado laboral o consecuencia de ese supuesto conservadurismo? Aunque la diversidad y pluralidad de la juventud aconseja huir de las visiones unívocas, no se puede perder de vista que ellos no han tenido que vencer los obstáculos de las generaciones precedentes. "Miramos con descrédito la vida que nos ofrece la sociedad. Nuestros padres trabajaron mucho y se hipotecaron de por vida, pero tampoco les hemos visto muy felices. No es eso lo que queremos. La gente tiene pocas prisas para hacerse mayor", explica Letizia Tierra, voluntaria de una ONG. Por lo general, las personas que trabajan en asociaciones de ayuda juvenil tienden a repartir sus juicios con la medida de la botella medio llena, medio vacía.
"En el CIMO (Centro de Iniciativas de la Juventud) vemos apatía y falta de ilusión generalizada. Muchos de los 200.000 nuevos titulados universitarios anuales afrontan con pesimismo la búsqueda de empleo. Saben que hay un elevado porcentaje de puestos de cajeros, reponedores, almacenistas, dependientes, etcétera ocupados por diplomados o licenciados", afirma Yolanda Rivero, directora de esa asociación que atiende a diario a más de 600 jóvenes. Con todo, descubre también a muchos jóvenes capaces de adaptarse y de asumir retos y riesgos. "La generación JASP (jóvenes sobradamente preparados) tiene la ventaja de su mayor formación. A la vista del panorama, continúan formándose, viajan, trabajan, de camarero, si es preciso, para pagarse un master y aprovechan sus oportunidades, aunque, eso sí, en casa de papá y mamá hasta los 35 años, por lo menos".
El catedrático de Psicología Social Federico Javaloy, autor del estudio-encuesta de 2007, Bienestar y felicidad de la juventud española, cree probado que nuestros jóvenes no son apáticos y desilusionados, aunque lo estén, por contagio ambiental. "Lo que pasa es que rechazan el menú laboral que les ofrecemos. El fallo es nuestro, de nuestra educación y nuestros medios de comunicación", sostiene. Aunque las ONG encauzan en España las inquietudes que los partidos políticos son incapaces de acoger, tampoco puede decirse que la participación juvenil en ese campo sea extraordinaria. "Algo menos del 10% de los jóvenes participa en algún tipo de asociación, deportivas, en su mayoría, pero el porcentaje que lo hace en las ONG no llegará, seguramente, al 1%", indica el catedrático de Sociología de la UNED, José Félix Tezanos. Autor del estudio Juventud y exclusión social, Tezanos detecta entre los jóvenes una atmósfera depresiva, un proceso de disociación individualista, condensado en la expresión "sólo soy parte de mí mismo" y el debilitamiento de la familia. "Se está produciendo una gran quiebra cultural. Los componentes identitarios de los jóvenes no son ya las ideas, el trabajo, la clase social, la religión o la familia, sino los gustos y aficiones y la pertenencia a la misma generación y al mismo género; es decir: elementos microespaciales, laxos y efímeros", subraya.
El sociólogo de la UNED se pregunta hasta cuándo aguantará el colchón familiar español y qué pasará cuando se jubilen los padres que tienen a sus hijos viviendo en casa. A su juicio, el previsible declive de la clase media, la falta de trabajos cualificados -"el bedel de mi facultad es ingeniero", indica-, el becarismo rampante, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a Europa están creando una atmósfera inflamable que abre la posibilidad de estallidos similares a los de Grecia o Francia. "Podemos asistir al primer proceso masivo de descenso social desde los tiempos de la Revolución francesa", augura.
Más apocalíptico se manifiesta Alain Touraine en el prólogo del libro de José Félix Tezanos. "Nuestra sociedad no tiene mucha confianza en el porvenir puesto que excluye a aquellos que representan el futuro" (...) "Se piensa que los jóvenes van a vivir peor que sus padres", escribe el intelectual francés. Y añade: "Avanzamos hacia una sociedad de extranjeros a nuestra propia sociedad" (...) "Si hay una tendencia fuerte, es que tendremos un mundo de esclavos libres, por un lado, y a un mundo de tecnócratas, por otro" (...) "Los jóvenes tienen que trabajar de manera tan competitiva, que se acaban rompiendo (...) No están sólo desorientados, es que, en realidad, no hay pistas, no hay camino, no hay derecha, izquierda, adelante, detrás".
Nadie parece saber, en efecto, con qué se sustituirá la vieja ecuación de la formación-trabajo-estatus estable, si, como pregonan estos sociólogos, la educación en la cultura del esfuerzo toca a su fin y gran parte de los empleos apenas darán para malvivir. Aunque estamos ante una generación pragmática que no ha soñado con cambiar el mundo, muchos estudiosos creen que la juventud no permitirá, sin lucha, la desaparición de la clase media. "El mundo que alumbró la Ilustración, la Revolución francesa y la Revolución industrial está agotado. La superproducción y la superabundancia material en estructuras de gran desigualad social carecen de sentido, hay que repensar muchas cosas, construir otra sociedad", afirma Eduardo Bericat.
Las dinámicas encaminadas a establecer nuevas formas de relaciones personales, la búsqueda de una mayor solidaridad y espiritualidad, más allá de los partidos y religiones convencionales, los intentos de combatir la crisis y de conciliar trabajo y familia, el ecologismo y hasta el nihilismo denotan, a su juicio, que algo se mueve en las entretelas de esa generación. "Son alternativas que, aisladamente, pueden resultar peregrinas, pero que, en conjunto, marcan la búsqueda de un nuevo modelo de sociedad", dice el profesor. ¿Será posible que esta juventud supuestamente acomodaticia y refractaria a la utopía sea la llamada a abrir nuevos caminos?

Relacion Entre Padres e Hijos En La Adolescencia

La adolescencia es la última etapa en la que los padres y educadores pueden tomar parte activa y ayudar, aconsejar y organizar actividades familiares con sus hijos, pues cuando esta etapa finaliza la mayoría de los jóvenes o bien pasa a la universidad, o comienza a trabajar y se independizan. Entran pues ya en un mundo totalmente suyo.

El adolescente en esta etapa de su vida atraviesa a gran velocidad grandes cambios. En esta etapa es muy importante que los padres fomentemos la comunicación con nuestros hijos, pues esto nos ayudará a mejorar la relación con ellos, pues sin una buena comunicación los problemas propios de esta etapa de la vida de los hijos podrá empeorar aún más.

No olvidemos que es muy importante escuchar antes de hablar, pues es fácil convertirse en padre consejero cuando un hijo adolescente nos comenta sus problemas pero en la mayoría de los casos hay que pensar que ellos sólo desean que se les escuche y no oir sugerencias de cómo resolver sus problemas.

En muchas ocasiones el adolescente necesita saber que sus problemas son importantes y que nos preocupan y le damos la importancia que se merecen, pues aunque vistos desde el punto de vista de los padres nos parezcan en algunos casos de poca relevancia hay que pensar que para cada edad los problemas tienen una significación distinta. Como padres debemos tener presente que los problemas de nuestros hijos adolescentes son realmente importantes para ellos. Así pues debemos darles una buena atención cuando ellos nos hablen de lo que les está sucediendo con sus amigos y en sus actividades.

Los padres debemos tener una aptitud tolerante con los hijos adolescentes, pues, pues castigar a un hijo adolescente después de haber mantenido una discusión, no nos conduce a nada, pues sólo provocará en ambos un fuerte resentimiento, por lo que el castigo debe contemplarse como la última de las opciones a tomar.

No olvidemos que para los padres no es tarea fácil comprender y animar a los hijos en esta etapa, pero es muy importante que hagamos este esfuerzo para fomentar una buena relación con ellos y mantener las vías de comunicación siempre abiertas y dedicarles el tiempo necesario a escuchar sus problemas.

Aunque cada joven es un individuo, con una personalidad única y con unos intereses propios, sin embargo hay muchos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia. Así pues es muy común que en estos años demuestren una aptitud menos afectiva hacia los padres, su comportamiento es poco educado en algunas ocasiones, se quejan de que los padres interfieren en sus asuntos, etc.

No debemos olvidar que todos fuimos adolescentes y que nuestros hijos tienen los mismos problemas que tuvimos nosotros en esa etapa, pero hay que tener presente que los adolescentes de hoy se enfrentan a situaciones más difíciles que son propias de los tiempos que corren, así que como padres tenemos que ayudarles acercándonos a ellos, dándoles consejos para tratar su problemas e intentar darles una solución, haciendolo de forma que ellos no lo entiendan como una imposición, sino como un consejo, pues cuando a un adolescente se le intentan imponer las cosas, casi siempre suelen perder la confianza con los padres.

Los adolescentes muchas veces prefieren pedir consejo a los amigos antes que a los padres, pero es normal, pues en esta etapa los amigos juegan un papel muy importante, yo dría que les influyen más los consejos de los amigos que los de los padres, por eso es importante que los padres conozcamos a los amigos y tener buena relación con ellos, pues en muchas ocasiones te puedes enterar a través de los amigos de los problemas de tus hijos.

Los consejos y guía que nuestros hijos reciben en estos difíciles años son muy importantes para influir en sus decisiones futuras a lo largo de su vida y no debemos olvidar que ellos necesitan saber que los padres estamos siempre a su lado para ayudarles.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Centro de menores '' La Marchenilla ''

El Centro de Menores “La Marchenilla”, se encuentra situado en el término Municipal de Algeciras (Cádiz), carretera Nacional 340, a la altura del Km. 99. Es un Centro para el cumplimiento de Medidas de Internamiento impuestas a los Menores/Jóvenes en virtud de la aplicación de la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores (5/2000).







GINSO (Asociación para la gestión e integración social) tiene asignada por la Junta de Andalucía la gestión de este Centro, sus líneas generales de actuación son las siguientes:
  • La formación y preparación del Personal del Centro en el ejercicio de sus funciones. Motivación de los mismos.
  • Estricta aplicación de la legalidad vigente en el Centro con participación a las Autoridades Administrativas y Judiciales.
  • Creación de programas de tratamientos específicos e individualizados y de clasificación interior en aras a la consecución de una convivencia ordenada y un clima educativo apropiado.
  • Inserción Laboral de los Menores/Jóvenes a través de la búsqueda de trabajo en el exterior del Centro.  
En el Centro de Menores “La Marchenilla” se imparten diversas materias asociadas a cursos de formación, para algunos de los cuales se solicitó la correspondiente homologación. Entre los talleres más significativas se encuentran:
• Taller de Cerámica.
• Taller de paramentos; mantenimiento de pintura interior y exterior de edificios.
• Taller de Informática.
• Taller de Marquetería.
• Taller de Diseño Gráfico.
• Taller de Dibujo y Pintura artística.
• Taller de Jardinería.


Pintura Artística

MarqueterÍa


Taller Diseño Gráfico


PROGRAMAS QUE SE DESARROLLAN EN LA MARCHENILLA:


• Programa de habilidades Sociales y de comunicación.
• Programa de habilidades Alternativas a la agresión.
• Programa de habilidades emocionales.
• Programa de habilidades para hacer frente al estrés.
• Programa de entrenamiento en resolución de problemas.
• Programa de mejoras de la autoestima.
• Programa de entrenamiento en comportamiento prosocial, altruista y cooperativo.
• Programa de técnica de estudio.
• Programa de asunción de responsabilidades.
• Programa de reestructuración cognitiva mediante mecanismo de afrontamientos sanos.
• Programa de búsqueda de empleo.
• Programa de orientación laboral.
• Programa de prevención de consumo de sustancias toxicas.
 
Programa de Orientación Laboral

Aula de Estudio